martes, 5 de mayo de 2015

Espacio, por fin

                              Imagen: A.S

Todo el movimiento psicpogenealógico de Hellinger y sus desarrollos posteriores, es completamente Cáncer, sin dejar el menor resquicio para el desarrollo de la conciencia leonina, y todo lo que viene después.
Somos un fruto del árbol familiar, constreñidos por mandatos inconscientes contra los que nada podemos.
Una filosofía... asfixiante.
No es extraño que un amanecer cualquiera, el Yo anhelante de libertad se levante con sigilo, deje a la tribu durmiendo, atraviese el cercado de la aldea y salga a un mundo ajeno, pero abierto, a la vez deseado y temido.
¡Espacio! ¡Espacio para respirar, por fin!

2 comentarios:

  1. Concuerdo. Aunque mi experiencia con las constelaciones no fue larga, si fue lo suficientemente intensa como para darme cuenta de que estaba en un callejón sin salida. Así que tuve que seguir mi camino. Lo cual no quiere decir que no tenga que volver a pasar por ahí, pero desde luego, en otro lugar muy diferente de la espiral.

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  2. Y sin embargo, no hay Leo sin Cáncer, aunque desde luego, hay Cáncer sin Leo.

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