miércoles, 17 de febrero de 2016

Más allá de Carutti...



Eugenio Carutti,  Creador de  Casa XI y mentor

Eugenio Carutti no ha creado, rigurosamente, una escuela de astrología. Ha creado una escuela, digamos, de reeducación perceptiva, de la cual, la astrología, o la mirada astrológica,  puede ser la base, pero que al final se convierte solo en otra herramienta al servicio de la evolución de la conciencia. Conciencia entendida como núcleo de percepción de  identidad que va integrando poco a poco todo lo que ha excluído y que le llega como destino.
El salto evolutivo que propone semejante forma de practicar la astrología, o mejor dicho, el mérito de haber sido capaz de reconocer en la astrología una herramienta al servicio de un cambio de percepción, no tiene parangón con ninguna otra escuela o forma de hacer astrología que conozca. En ese sentido, dudo que en los próximos años surja una escuela de astrología de la profundidad y el calado que ha creado Carutti. Surgirán muchas escuelas que reflejen en variados sentidos la necesidad de experimentar la  energía de los planetas transpersonales  en la astrología, pero solo algunas escuelas que se conviertan en instrumentos de transformación y mediación entre las energías transpersonales y la psique. La Casa XI creada por Carutti es un instrumento de mediación. De descentramiento vicularizante. Carutti representa en astrología lo que Jung lo ha sido para la psicología. Carutti ha creado escuela, y en esta escuela han surgido astrólogos que han comprendido e integrado su trabajo  y  que lo harán evolucionar de muy distinta manera,  igual que después de Jung aparecieron un sin fin de corrientes y psicólogos que se nutrieron y se inspiraron de su obra y que evolucionaron a partir de ella. 
Pero es este a partir de lo que quiero hablar aquí. Solo he leído artículos y textos de dos profesores de la Casa XI y en los dos he encontrado una integración y una comprensión vasta profunda del mensaje de Carutti. Una es Martina Carutti y otro es Alejandro Lodi. Ambos tienen sus respectivos blogs  con artículos ( https://alejandrolodi.wordpress.com/articulos/)  (http://martinacarutti.blogspot.com.es) que animo a leer desde aquí. En ambos blogs encontrarán distintos artículos sobre los temas principales y sobre todo el proceso que se enseña en Casa XI, algunos de los cuales, hemos referido en este mismo espacio.
Sin embargo, leyendo una selección de algunos artículos de ambos astrólogos y autores me he topado con la sensación de que esa necesaria evolución y síntesis más allá del terreno astro-psicológico conquistado por Carutti no ha llegado. Que ambos están aun bajo la sombra y la luz de su mentor. Probablemente porque la revolución perceptiva que propone, que lleva años experimentar e integrar, no sólo conceptualmente,  sino sobre todo, en esto consiste el programa de la escuela, experimentalmente, aun está por vivirse, y por lo tanto, no será superable hasta que se viva.
Este proceso experimental coincide en muchos puntos con la idea de un astrochamanismo del que ya hablamos con anterioridad en este espacio, ya que tiene como base común un movimiento en el mecanismo perceptivo, algo que ha sido trabajado por los chamanes de todas las tradiciones. En este sentido, la astrología tiene exactamente la misma función. 


Martina Carutti,  psicóloga analítica, astróloga y mentora en Casa XI

Pero esta percepción de estar aun bajo la sombra del padre (literalmente,  en el caso de Martina) no es meramente de carácter sensitivo. No es que yo lo sienta o me lo parezca. Es también una constatación al analizar el desarrollo de los mismos conceptos que proponen en sus escritos, de cómo lo hacen y de que conclusiones derivan de los mismos. En el caso de Martina Carutti, probablemente por su formación psicológica tanto como por la configuración de su propio mandala zodiacal,  hay menos interés en una discusión teórica sobre los pilares conceptuales que vertebran la obra de Carutti y más interés en hacerlos permeables y asequibles a sus repercusiones psicológicas, es decir, a sus efectos en la psique y en la vida.  En el caso de Alejandro Lodi se constata una evolución de sus primeros artículos a los últimos en el sentido de un tránsito de un marco teórico  abstracto y a otro mas pragmático y más concreto, sobre todo mas crítico con los quistes subjetivos y personalistas que infectan el tejido del mundo de la astrología psicológica, aunque también la crítica se hace extensible a otros muchos ámbitos, no necesariamente relacionados con el mundo de la astrología, pero sí, inevitablemente, con el mundo de los arquetipos.
En todos sus artículos, tanto de Martina como de Alejandro,  hay una base conceptual formidable, y un proceso cognitivo lúcido y a veces, no siempre, brillante, pero aun no se saborea un signo inequívoco de pensamiento propio. Es decir, de integración con el propio destino. Esto es comprensible, porque si la luz que aporta aun el revolucionario enfoque de Carutti no ha sido aun debidamente comprendida, menos lo es la sombra que corresponde a semejante luz. 
Pero eso es otra cuestión, y por supuesto, mi propio enfoque. Hay un artículo de Lodi, Apuntes sobre una astrologia del siglo XXI, publicado anteriormente en este mismo espacio, que presenta un desglose  y síntesis (traducida y en su estilo) del cambio perceptivo que supone el enfoque psico-astrológico de la Casa XI. Las conclusiones a las que llega se corresponden, lógicamente, a su propia idiosincrasia, pero no son conclusiones muy lejanas a las que se ven también en los diálogos que ha mantenido con su mentor, publicados dentro de su propio blog. En estos diálogos es donde mejor se puede observar, usando la lente adecuada,  este vivir aun bajo la luz,  y por lo tanto bajo la sombra, del padre. Cosa que de alguna forma aun hacemos todos los que hemos reconocido lo que Carutti está realmente haciendo a través de la herramienta de la astrología. 


Alejandro Lodi, escritor, astrólogo y mentor en Casa XI

Pasar un largo periodo a la sombra de este gigante es inevitable porque su tamaño es su tamaño, pero el algún punto hay que cuestionar incluso los fundamentos de su misma revolución copernicana. Cuestionar no significa negarlos sin ninguna base porque una vez asimilados son ya incuestionables, sino averiguar si aun es posible llegar todavía más lejos de la propia Casa XI,  y del entorno que significa. Por supuesto, este ir mas lejos no es una tarea que pueda realizar ningún ego, sino que dependerá enteramente de cual sea el destino de cada astrólogo. Es posible que el destino de muchos astrólogos formados en el fértil suelo de la  Casa XI sea, en los próximos decenios, traducir en distintos registros perceptivos la profundidad y la extensión del mensaje de Carutti, que por supuesto, no es el mensaje de Carutti, sino el mensaje de lo que ha percibido Carutti, y que definitivamente, ha sido y sigue siendo algo distinto. Una Realidad Vinculante.
Y no es que Carutti haya roto el molde y haya descubierto América. Chamanes o budistas contemplan esta realidad vinculante y  trabajan dentro de su sistema un cambio de percepción para adecuarse en todo lo posible a ella desde hace miles de años. Lo que ha hecho Carutti es decir sin tapujos que la astrología es un tipo de mapa que enseña el camino a un cambio perceptivo. Carutti no ha reinventado la astrología, simplemente ha  percibido y explicado su función más profunda. Y su función mas profunda es expresar como funcionan los distintos registros perceptivos, como se asocian, y como es posible integrarlos poco a poco en cada ciclo a través de una apertura y permeabilización progresiva de la conciencia. Esto por resumir, porque el destino de este hombre consistía en ser un genio inspirador para otros muchos.
Carutti nos ha inspirado. Nos ha enseñado la realidad vincular en un lenguaje que al contrario que las tradiciones orientales, vibra con la propia idiosincrasia de nuestra cultura occidental. Ha situado el lugar exacto en el que se ha enquistado la conciencia humana (entre cáncer y leo) y a partir de ahí,  ha intentado explicar o traducir lo que está mas allá de ella. Y también, porque es necesario, lo que es necesario hacer para crecer a una percepción que sea capaz de percibir la realidad como un todo vincularse adecuadamente con ella y dentro de ella. 
Lo que pueda haber más allá de Carutti en astrología es, para mí,  un misterio. Habrá evidentemente, significaciones y aplicaciones sin número. Pero serán, la mayoría,  desde este enfoque astrológico.


Carutti hablando sobre la vincularidad y la inteligencia planetaria

Personalmente, no estoy interesado en las formas que adopte la astrología a partir de su aporte. Lo que me ha enseñado la astrología de Carutti es,  sobre todo, a reconocer el mecanismo del mandala zodiacal, como representación occidental de otros mandalas que por una cuestión cultural, siempre me fueron mucho menos comprensibles. Me ha enseñado a ver en el propio zodiaco el mandala arquetípico de la psique occidental.
Una vez reconocido este mecanismo, existen multitud de opciones. Uno puede optar por convertirse en un buen astrólogo al servicio del cambio del registro perceptivo, dado que toda forma de practicar astrología es practicar siempre una forma de percepción, o puede aplicar este insight a multitud de otras áreas mientras contempla por el rabillo del ojo que implicaciones astrológicas tienen. Personalmente me inclino por esto último por varias razones. Primera, porque creo que adentrarse en el océano del mundo astrológico conlleva el inevitable encuentro con las corrientes y las marismas de una arbitrariedad que aun se encuentran en este mundo, y con las que tengo muy poca paciencia para convivir pacíficamente. Es decir, las posturas arbitrarias que aun existen en la astrología, me sacan de mis casillas, porque hay tantas posturas como auto-justificaciones de los respectivos egos de los astrólogos. Segunda, y mucho mas importante, porque considero mucho mas interesante que aplicaciones reales puede tener, fuera del contexto astrológico, practicar este cambio de percepción. Además,  fuera de este contexto, es mas fácil poner a prueba todas esas cosas que se refuerzan y se reafirman cuando uno nada con los mismos peces. 
Nada más puedo decir. De momento, como tantos otros, a nivel astrológico, vivo aun bajo la sombra de Carutti. Pero con ac en capricornio esto no durará mucho porque mi destino es convertirme en un padre para mí mismo. Esto me exigirá, llegado el momento, dejar atrás todo lo que estoy aprendiendo con él. Someterlo a examen, que en términos vitales significa entregarlo en manos del destino y de la vida para que lo verifique. Como me ha sucedido siempre, lo que la vida no considere oportuno guardar el registro en mi propia memoria celular, no me interesa, o me dejará de interesar pasado un tiempo.  Pero esto aun, a día de hoy, es mucho decir.

1 comentario:

  1. Nunca pensé que en un millón de años me encontraría con alguien en línea. ¡Yo si! ¡Yo tengo! Y en mayo - Lo hacemos. Todo gracias a Dr.Obodo.contact (templeofanswer@hotmail.co.uk / (+ 234 (815) 542-5481)

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