Cuenta el mito que Hades, Señor de la Profundidad, poseía un gorro que le confería el don de la invisibilidad. por lo que jamás se mostraba a los mortales.
Ha llegado, sin embargo, el tiempo -este tiempo- en que el dios ha decidido desvelarse a nuestros ojos.
Descubriendo, además, un inmenso corazón en su centro.
Tal vez la madurez del psiquismo ha alcanzado el punto que permite la visión desnuda de la Sombra. Y la integración del tesoro que contiene.
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