sábado, 25 de abril de 2015

Rudhyar sobre Jung

Carta natal de C.G Jung con Ac a 27º de Capricornio

Comparto aquí la interpretación de Dane Rudhyar sobre la carta natal de C:G Jung, que no tiene desperdicio. Nótese que en la misma, el AC de Jung está a 27º Capricornio, y no en Acuario, como suele aparecer en la red. Conociendo algo de la vida y obra de Jung, y sobre todo, teniendo un AC exactamente en la misma posición, a 26º en Capricornio,  y un igual despliegue del sistema de casas, concuerdo con este modelo. Para el resto de la interpretación de Rudhyar, me faltan herramientas para valorarla. Tiempo al tiempo:


El Mapa Natal de Carl Jung, por Dane Rudhyar.



"Antes de interpretar la carta natal de un hombre que ha hecho quizá más que cualquier otra persona viva para fundar un enfoque coherente y vasto del problema de la integración individual, necesito expresar una vez más que el empleo verdaderamente válido de la astrología, psicológicamente hablando, es la clarificación (el hacer más consciente y objetivamente real) de la ley del ser del individuo, del fundamento estructural del yo del individuo. Toda interpretación astrológica cabal debe convertirse en guía de auto-realización, en ayuda del proceso de individuación. Debe procurar transformar la confusión psicológica en una comprensión lúcida de las potencialidades inherentes, y de la manera más lógica desarrollar estas potencialidades en realidades expresadas plenamente.
Con estos objetivos en mente, el astrólogo debe procurar, primero de todo, determinar, a partir del mapa natal, la naturaleza típica de la relación existente entre los factores conscientes e inconscientes, pues esta relación fija la etapa para el proceso de integración de la personalidad y auto realización. Evidentemente, esta relación cambia de modo constante en sus manifestaciones reales y precisas; pero, no obstante, se funda en algún género de cimiento estructural, que constituye el arquetipo del yo futuro.
En todo individuo, el ego consciente tiende a desarrollarse de un modo particular y diferente; emerge de la matriz del inconsciente impetuosamente y con desconfianza, bajo gran presión o de manera suave y cómoda. La actitud del ego hacia el inconsciente depende de cómo se desenvuelve este proceso. Esta actitud la define esencialmente la época en que el individuo llega a los 28 años de edad, la que en Astrology of Personalityllamé la edad de un segundo nacimiento teórico. Esta actitud puede aún cambiar; pero, si parece cambiar radicalmente, eso será en un acto de revulsión; o sea, tenderá a volver a polarizarse en su contrario, por pura insatisfacción consigo misma. Ningún factor astrológico puede indicar el carácter típico de la actitud del ego hacia el inconsciente, así como ningún factor del mapa natal es suficiente para determinar si una persona puede clasificarse como extravertida o introvertida, lo que es una de las cuestiones más difíciles de determinar a partir del mapa natal. Empero, considerando la pauta total del mapa y el modo en que se relacionan individualmente los factores planetarios, mucho puede averiguarse respecto a estos elementos básicos del carácter.

 
Mapa Natal de C. G. Jung, 26 de Julio, 1875, 19:20 hrs., Kesswill, Suiza.

Marc E. Jones determinó que la pauta total de un mapa natal cae dentro de unos pocos tipos estructurales fundamentales. Ya sea que se considere o no que sus definiciones y caracterizaciones son plenamente satisfactorias, el principio subyacente en tal clasificación es enteramente cabal, especialmente dondequiera el patrón de la carta se acerca a uno de los tipos ideales. En su libro, M. Jones presenta el horóscopo de Jung como una ilustración de lo que él llama el tipo extendido de pauta, el que presenta, en su forma ideal, conjuntos fuertes y agudos de los planetas en puntos irregulares y que sugiere énfasis muy individual y deliberado en la vida, donde el temperamento se proyecta dentro de la experiencia según sus propios gustos especialísimos. Considerando la pauta total del mapa natal, el astrólogo puede averiguar la concentración o dispersión relativa de los intereses y líneas de actividad de la persona, es decir, su modo particular de hacer que su experiencia sirva al fin esencial de su ser. El ego deberá usar la experiencia si ha de haber integración de la personalidad y auto realización. La principal función del ego es personalizar la cosecha producida por las muchas experiencias de una vida individual refiriéndola a una estructura relativamente permanente de la consciencia y dándole un significado individual.
Donde los planetas se reparten por todo el mapa, el ego tiende a usar variados tipos de experiencias o el conocimiento adquirido para universalizar los intereses de la persona. El individuo puede involucrarse entonces en muchas áreas de la vida, hallando relaciones entre muchísimas facetas del ser. Si el ego tiene un sentido bastante fuerte de integridad estructural y una visión bastante ancha para integrar este material diversificado, la contribución del individuo al género humano puede ser invalorable en su universalidad o su poder para expandir los horizontes y la participación de todos los seres humanos en las diversas actividades de un mundo vasto. Los planetas particulares recalcados en el mapa por sus posiciones angulares indican la forma característica que asumirá la manifestación de la pauta planetaria.
Por otro lado, cuando muchos planetas se arraciman o se dividen en agrupaciones muy definidas en el espacio, la tendencia del ego es depender de tipos definidos de experiencias, énfasis o contrastes estimulantes a fin de organizar el contenido de la consciencia y hacerlo significativo. Al estudiar algunos mapas, podemos sentir la capacidad del ego para controlar la tensión inducida por los énfasis conflictivos o el desequilibrio del temperamento. En otros mapas, los planetas que simbolizan los elementos colectivos y trascendentes de la experiencia o la presión del inconsciente sobre el consciente – tienen tales posiciones predominantes en el mapa natal que al ego se le pueden presentar varios tipos grandísimos de peligro. Estos peligros abarcan desde el fanatismo y empecinamiento irracional hasta la esquizofrenia real, o cualquier otro género de fracaso en el proceso de la integración personal y espiritual.
El mapa de Jung exhibe una definida dispersión de planetas; empero, también revela una notable simetría. Dentro de dos zonas de unos 90 cada una, están contenidos nueve planetas: Saturno, Neptuno, Luna y Plutón en una; Júpiter, Urano, Sol, Venus y Mercurio en la otra. A mitad de camino entre estas dos zonas, está Marte en Sagitario en el hemisferio del cielo abierto inmóvil, tozudo y con gran intensidad ardiente -. Reducido a sus elementos esenciales, la pauta puede esquematizarse gráficamente en esta figura:
Cuando estudiamos esta significativa pauta emergen varios hechos destacados. Primero, vemos un equilibrio de dos grupos de factores en las zonas del zodíaco que incluyen los puntos equinocciales, conteniendo cada grupo planetas de polaridad contraria a los planetas de la otra (Saturno, Neptuno, Luna en un grupo, son de polaridad contraria, respectivamente, a Júpiter, Urano, Sol y Plutón, en un sentido, puede también decirse de polaridad contraria a los planetas interiores Mercurio y Venus). Entonces, hallamos que estos grupos planetarios se equilibran de tal modo que parecen pender del elevado Marte, algo así como dos cargas que cuelgan, mediante sogas, de un alto soporte. Además, el hecho de que Marte está en sextil (60) a ambos bordes superiores de los grupos planetarios (Saturno y Júpiter que están, por tanto, en trino entre sí, a 120), añade una tendencia latente constructiva e integradora al significado del modelo total. De modo parecido, la Luna está en sextil a Venus y Mercurio, Urano en sextil a Júpiter; y estos diversos sextiles integran y equilibran las fuertes cuadraturas (90) de Saturno a Luna-Plutón, de Júpiter a Venus (y, distantemente, a Mercurio y el Sol), de Sol a Neptuno y de Luna a Urano. Finalmente, el Marte axial fortalece el equilibrio dinámico de la configuración cargada de poder, estando en aspecto de sesquicuadratura (135) a Neptuno y el Sol.
Si se consideraran todos estos aspectos uno por uno, como en las viejas técnicas astrológicas, el resultado sería una extraordinaria confusión de significados. Sin embargo, si toda la pauta planetaria se ve como un motor que opera para la liberación integrada de energía, el cuadro es muy significativo e inspirador. Raras veces se hallan ejemplos de semejante entrelazamiento armónico de factores planetarios vigorosos y liberadores de energía. De esta manera, el horóscopo de Jung puede verse, casi a primera vista, como una fórmula notable para la integración de la personalidad. Si ahora examinamos más atentamente los elementos conexos de esta fórmula, hallaremos también un interesantísimo equilibrio de energía en lo que concierne a la relación entre el ego y el inconsciente colectivo. Esta relación puede también interpretarse como la existente entre forma y energía, entre racional e irracional, entre significado y vida, como podrá verse por el comentario de Jung en El Secreto de la Flor de Oro, una muy significativa vinculación de la mística china y la psicología moderna. El reino de la vida es esencialmente el del dualismo de energías representadas por el Sol y la Luna, mientras que el principio de la forma está bajo la regencia de Saturno.
En el mapa natal de Jung (según los datos que el mismo Jung le proporcionara a la Sra. Fleisher), hallamos que están en ascendente los últimos grados de Capricornio. Saturno, el regente del horóscopo, está en la primera casa, retrógrado en Acuario (que es co-regente con Urano, oponiéndose desde Leo en la séptima casa). Esto establece al elemento Saturniano de la forma en fuerte predominio, aunque el hecho de que Saturno esté retrógrado sugiere que este predominio tiene que luchar contra enemigos internos. En la mayoría de los casos, Saturno retrógrado se refiere a un ego que tiene que volver su atención hacia adentro más que hacia fuera, a fin de ganar el control de las energías biológicas; y ello porque éstas no están normalmente puestas al servicio de los modelos genéricos del organismo humano ni de las tradiciones y moldes colectivos de la sociedad.
En realidad, el horóscopo de Jung demuestra al punto cuán difícil sería para las estructuras biosociales corrientes mantener de por sí el control de sus energías vitales surgidas inusualmente ! Considérese que Urano está en conjunción con el Sol, que la Luna está rodeada por Neptuno y Plutón, y que los dos grupos están en cuadratura recíproca; y se verá cuán radicalmente los planetas del inconsciente desafían la sustancia misma de la vitalidad física y espiritual de Jung. La energía biopsíquica está inquieta y explosiva en el ser de Jung, y el hecho de que el Sol sea potente en Leo y la Luna exaltada en Tauro se suma a la intensidad de una configuración que fácilmente podría conducir a explosiones emocionales o a una peculiar opresión del consciente por parte del inconsciente. Por otro lado, la fuerza de este Sol y esta Luna indica que, en su trabajo de integración, Jung es capaz de depender de una fuerte vitalidad, tanto espiritual como biológica.
No obstante, la necesidad de Saturno es muy grande si ha de mantenerse controlada la energía de los remotos planetas trans-saturninos. El metal del motor de la personalidad deberá ser capaz de contener y liberar decididamente una enorme cantidad de energía biopsíquica inconsciente, o de libido. Si Saturno efectúa la contención (con su atención vuelta hacia adentro, hacia el inconsciente), Marte está a cargo de la liberación; y se demuestra que esta liberación opera de una manera extraordinariamente equilibrada porque Marte es el eje de toda la pauta planetaria. Es equidistante de Saturno y Júpiter (contracción y expansión), del Sol y de Neptuno (el Yo y su vestidura universalista; Cristo y Su Manto de Gloria) y de Plutón y Venus. Está en la casa de la determinación y la reforma sociales (XI), en el signo del conocimiento abstracto y la enseñanza espiritual (Sagitario).
Marte es el símbolo de todas las dirigidas liberaciones de energía y, en un horóscopo que revela tal tensión sobre una energía controlada, es importante todo lo que se relaciona con Marte. Si esa salida de Marte debiera entorpecerse o deformarse, en realidad sería inevitable una explosión psíquica, aún a pesar de la fuerte resistencia de Saturno. Las cuadraturas de Saturno pueden producir energía constructiva, pero si el equilibrio dinámico fuera sacado de quicio por algo que le ocurriera a la salida de Marte, estas cuadraturas se volverían fácilmente destructivas, en especial, aquellas en las que operan Plutón y la Luna. Sin embargo, Marte muestra fuerza destacada, no debido a su posición zodiacal, sino porque está estacionario y ocupa una posición focal en todo el horóscopo. Es fuerte porque en él están equilibradas dos masas de polaridades contrarias, y casi neutralizadas; y, siendo estacionario, tiene un carácter de casi inmovilidad.
El símbolo sabiano, por su posición zodiacal (22 de Sagitario), se suma al significado de estas características marcianas, pues se lee así: Una posición perfecta del mundo viejo se halla en el nuevo: Una lavandería china tiene sus postigos levantados y ahora es ella misma. Este es el símbolo de la realidad del mundo interior al cual el hombre cierra habitualmente sus ojos, el retiro del alma, donde nadie, salvo ella misma, puede entrar. Positivamente, es un grado de fácil equilibrio; negativamente, el mundo en general en una plenitud de goce. La palabra clave es Calma (M. Jones, Symbological Astrology).
Es asombrosa la exactitud literal del símbolo, pues todo profundo estudioso de Jung sabe cómo él encontró una base metafísica y alquímica para interpretar los procesos psicológicos de la filosofía china (el ciclo yang-yin de los cambios compensatorios, el principio de la integración a través de una función mediadora el Emperador – que asimila la necesidad inconsciente de su pueblo y proyecta el modelo estructural del yo-del-cielo sobre el ego-del-Estado). Además, la práctica psicológica no es un proceso de purificación y catarsis, que requiere gran equilibrio, calma interior y un recogimiento periódico dentro de la propia naturaleza interior?
Marte, en el mapa natal de Jung, rige la casa novena (la filosofía, la sabiduría, la enseñanza); para Jung, la enseñanza y la práctica psicológica eran una liberación necesaria. Como psicólogo, tenía que estar, por así decirlo, equilibrado entre la extraversión y la introversión, como Marte – el inmóvil – está equilibrado entre el movimiento retrógrado y el directo. En otras palabras, este Marte es el punto de liberación de un horóscopo en el que todo se halla en estado de dinamismo equilibrado, y así Marte está significativamente equilibrado entre dos direcciones de movimiento. Sus sextiles a Júpiter y Saturno establecen un fundamento social práctico y suavemente constructivo para la liberación marciana. Los revolucionarios impulsos de Jung operan dentro de la estructura de una actitud madura hacia la sociedad, lo mismo que hacia el ego consciente. La calidad de la visión y la comprensión significada por el aspecto trino de Júpiter a Saturno está enfocada hacia fuera e imbuida de idealismo a través de Marte.
El aspecto de Marte de alrededor de 135 al Sol y a Neptuno revela las fuentes más profundas de las actividades públicas y educacionales de Jung. En todo ciclo de relaciones, el aspecto de sesquicuadratura se refiere a la superación de una crisis de acción. Precede al aspecto de oposición (180), que simboliza (en su aspecto positivo) consciencia e iluminación plenas, y sigue al trino (120) que le da un trasfondo de visión; de esta manera, un medio para vencer a la crisis. En el horóscopo de Jung, la séptima casa Leo-Sol es un símbolo orgulloso de la energía y el desarrollo individual masculinos; Neptuno, por el otro lado, a punto de volver a retrógrado en Tauro, es un símbolo de sustancia y riqueza interiores, de evolución racial colectiva. Los dos planetas son masculino y femenino, – hablando espiritualmente y en cuadratura de 90. El primero es el centro de la totalidad del ser, del Yo; el último, la sustancia universal que este Yo puede moldear en un vehículo espiritual para su manifestación. El moldeador y el todavía por moldear están en aspecto de crisis, una cuadratura exacta. Podrá resolverse la tensión? Sólo si se exterioriza. Marte es el exteriorizador. Enseñando a los demás, reformando las técnicas psicológicas, Jung resolvía su propia crisis de formación espiritual; y construía un cuerpo de inmortalidad inmortalidad social, y presumiblemente personal: el Cuerpo de Diamante del esoterismo chino, el Cristo-Niño dentro de los místicos cristianos.
El significado extraordinario de este proceso de integración espiritual en la vida de Jung lo revela el hecho inusual de que su Sol natal está a 11 grados detrás de Urano, y su Luna natal a 12 grados delante de Neptuno. Puede decirse que Urano está en el sendero solar de relación entre el inconsciente y el consciente; y Neptuno en el sendero lunar. Asimismo, vemos estos dos enfoques en un aspecto crucial (o cruciforme) recíproco, con Neptuno exactamente en cuadratura con el Sol, y Urano exactamente en cuadratura con la Luna, una suerte de configuración en forma de X extendida horizontalmente. Una vez más, a las polaridades significativas se las ve en un estado de entrelazamiento.
He recalcado antes el significado de la Luna como una mediadora entre el inconsciente y el ego, y, en el caso del varón, como el símbolo del anima. En su mapa natal, el anima de Jung se muestra en una luz inusual, pues, como ya dije, su Luna está rodeada por Neptuno y Plutón y en cuadratura con Urano. En otras palabras, está dominada enteramente por los planetas del inconsciente colectivo. Pero la Luna está también en cuadratura con Saturno, y muy fuerte en sentido biológico debido a su posición en su signo de exaltación, el prolífico Tauro. Además, está en oposición a la Parte de Fortuna en Escorpio en la novena casa. En otras palabras, la Luna recibe la plena presión de una Cruz en los signos fijos (signos de poder) del zodíaco, estando, además, universalizada y expandida por Neptuno y Plutón de uno u otro lado. Esta Luna gobierna la séptima casa de Jung (sociedad, matrimonio); está también en recepción mutua con Venus en Cáncer, una indicación fortalecedora para la Luna y Venus. Este es un entrelazamiento muy intrincado; y, como la Luna también representa la energía psíquica enfocada a través de la imagen de la mujer en la vida de un hombre (otro aspecto del anima, la imagen de madre-esposa-hija), puede esperarse que en la vida de Jung las mujeres representen un papel muy inusual.
Las notas biográficas disponibles no revelan nada externamente espectacular. En 1903, a los 28 años de edad, Jung se casó con una muchacha perteneciente a una familia suiza conservadora, con la que tuvo cuatro hijas y un hijo. El matrimonio ocurrió cuando su Sol progresado se desplazaba desde Leo hacia Virgo, el punto místico de la Esfinge del zodíaco. Por tránsito, Urano puede haber estado cruzando Marte progresado para la época del casamiento, y Saturno opuesto a su Sol natal; Plutón estaba en oposición a Urano. El matrimonio añadió presumiblemente estabilidad a la vida de Jung. Él se había doctorado en medicina en 1902, se estaba familiarizando con las ideas de Freud (aunque sólo se encontró con él en 1906), y probablemente completó sus estudios en Paris con Pièrre Janet. Este fue sin duda el período informativo de su personalidad madura, pero no sabemos más que eso. Sin embargo, parece que su matrimonio debió haber sido un factor polarizador en el nivel terrestre concreto de la fertilidad biológica-social. Venus tiene mucho que ver con el matrimonio, especialmente en el horóscopo de Jung; y el acento es sobre la productividad concreta. La esencia de la función de la Luna parece que, por el contrario, operó en un nivel más psíquico. También puede ser revelador el símbolo para el grado de la Luna asimismo el hecho de que la Luna se halla en la casa tercera.
El símbolo sabiano de la Luna representa a Un anciano que, con cierto buen éxito que ni él sospecha, procura revelar los misterios a un grupo abigarrado de personas, y se dice que esto simboliza la posesión consciente de conocimiento y potenciales mayores de los que es posible poner en uso inmediato y práctico. El símbolo del grupo abigarrado es en realidad interesante, pues la función de la Luna para Jung puede haber estado polarizada en un sentido universalista (influencia de Neptuno-Plutón) por el grupo abigarrado de mujeres que, como pacientes, demandaban que él las ayudase a establecer en ellas un vínculo con su propia naturaleza interior a través de la fecundación espiritual del logos. El Marte de Jung, el punto de liberación de su horóscopo, está en aspecto biquintil (144) a su Luna (su Saturno también en quintil a su Neptuno, y Plutón a su Sol), y la serie quintil de aspectos (1/5 de 360, es decir, 72) se ocupa de la actividad creadora (la Estrella de cinco puntas que simboliza la victoria del hombre sobre la naturaleza instintiva). No obstante, podemos ver que la Luna de Jung es forzada dentro de un foco de actividad saturniana a través de su participación en la cuadratura de Saturno a Plutón. Por místicos que sean sus ajustes congénitos a la vida y a las experiencias del medio ambiente y es de preguntarse qué clase de persona fue su madre, o si él tuvo o no alguna pariente inusual – el destino de Jung (Saturno) le compelió a encuadrar estos ajustes del ánima a las realidades del mundo social externo, a estructurar sus experiencias intuitivas indudablemente más intensas dentro de los moldes lógicos de una fuerte consciencia del ego. Sin el último (Saturno), y sin la salida suministrada por sus actividades como maestro y reformador, las energías psíquicas de Jung se habrían disipado en una estratosfera inexpresable de visión trascendente.
Lo que hemos discutido cubre sólo algunos de los puntos más esenciales a descubrir a través del estudio de una notable carta natal. Lo que hace que ésta sea tan valiosa para el psicólogo es que es un símbolo destacado de todo lo que Jung puso en el trabajo de su vida. En realidad, esto es siempre más o menos lo que ocurre cuando una gran personalidad llega a la etapa creadora, es decir, cuando se lleva al estado de semilla una totalidad orgánica de experiencia viva, y así logra la energía para inmortalizarse, reproduciendo su visión en las mentes de las generaciones venideras. Y si deseamos comprender lo que C. G. Jung trajo al psicoanálisis que Freud originara, sólo tenemos que estudiar los mapas natales de estos dos hombres, uno junto a otro. La historia que ellos nos cuentan es muy notable. Documentarla en su totalidad nos insumiría demasiado espacio; pero de inmediato podemos ver que el Sol de Freud está en el mismo grado que la Luna de Jung, y que existe una relación muy significativa entre las recalcadas agrupaciones taurinas de planetas en ambos horóscopos. Podemos ver que los horizontes natales de los dos horóscopos son idénticos, pero al revés; que el ascendente de uno está en el descendente del otro. Y en ambos casos, Marte (estacionario en Jung y casi estacionario en Freud) ocupa una posición de tensión estructural o importancia axial; pero cuán diferentes son las implicancias de estos dos Marte ! El de Freud señala las profundidades más hondas, que descubren despiadadamente los restos ocultos de frustraciones sociales; el de Jung enseña el camino hacia las alturas, hacia un aferrarse consciente al problema de la educación y la reforma o regeneración social. Freud, el cirujano del alma, Jung, el guía espiritual, el moderno gurú occidentalizado que asume una actitud muy sensible hacia los universales dentro del foco saturnino de una consciencia clara y un ego determinado".

Fuente: https://www.facebook.com/notes/fundaci%C3%B3n-cg-jung-de-psicolog%C3%ADa-anal%C3%ADtica/carta-natal-de-cgjung-por-dane-rudhyar/10150263418683623

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