jueves, 9 de abril de 2015

Zodiaco y niveles de Identidad.


Anelle 2012

Siguiendo el Zodiaco, la primera forma de identidad que surge es el nosotros en Cáncer, luego el yo en Leo, y luego el otro, el tú en Libra. Lo Otro, que es ya intuído y sentido en Virgo, no en el sentido comunitario, sino como abstracción objetiva, llega con Capricornio, pero para eso ha sido necesario bajar hasta las profundidades de Escorpio e integrar la sombra colectiva, y también, haber expandido la conciencia con Sagitario y unificado identidades a través de un criterio global y universal. 

Desde este punto de vista, el grado de identidad capricorniana es sumamente evolucionada, porque a través de su vaciamiento, de su impersonalización, abre la puerta al reino de lo transpersonal en el que se sumerge la identidad psicológica de Acuario y Piscis. En Acuario hay una especie de nosotros elegido, posterior y no anterior a la diferenciacíón de un yo, como había en Cáncer. Este Nosotros es un movimiento nuevo que tiene la facultad de que identidades individuadas y discriminadas elijan colaborar libremente respetando la cualidad y el ritmo de su propia auto-expresión. Un lugar en el que la singularidad y la colaboración coexisten. 

Esto es la casa XI, que desde un punto de vista organizativo, constituye el ideal o el punto máximo de respeto y de sinergia entre todas las identidades. Aunque -Wilber dicreparía en este punto- el primer encuentro del yo psicológico con lo transpersonal se produce realmente en Escorpio, a través de una fractura y de una inmersión brutal y súbita, tanto en los reinos prepersonales, como transpersonales de la psique. 

En Piscis la identidad se reabsorbe y se disuelve, de nuevo, para comenzar un nuevo ciclo, así que de la conciencia de la identidad de Piscis poco o nada puede decirse. Podríamos hablar de Conciencia Cósmica o Universal, pero decir esto también es arbitrario, ya que Piscis se experimenta fundamentalmente como una disolución de todas las formas en todas las formas, en el que ninguna identidad es ya posible. Para que haya cualquier tipo de identidad ha de haber algún tipo, por sutil que este sea, de forma o de diferenciación. En el fondo arquetípico de Piscis no existe nada de esto. Hay Pralaya: Disolución. O Absorción, según se mire.

2 comentarios:

  1. Wilber discreparía, pero Washburn no. Y yo tampoco.

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  2. No conozco profundamente a Washburn, pero es posible. Jung tampoco discreparía, pero es que a mi juicio Wilber no entendió el universo de Jung apropiadamente. Estaba demasiado ocupado "recopilando" y a Jung se le comprende por ciclos y capas de complejidad creciente, como al Zodiaco.

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